Tras veintitrés años de haberse empezado el proyecto, se consiguió poner en pleno funcionamiento el nuevo pabellón materno infantil del centro de salud Samic local. La obra, encarada por la colaboradora del nosocomio, es un viejo deseo de la comunidad.
Todo empezó a diagramarse en la idea del ex-directivo del centro de salud Carlos Jarque, quien a finales de la década del ’80 proponía que, por el desarrollo de la urbe y su colonia, se hacía indispensable iniciar una ampliación para conseguir más espacio para la atención a la salud pública.
La crisis de los años noventa, los cambios políticos, las políticas neo-liberales de fuertes ajustes en la economía del este país, las privatizaciones, el vaciamiento en materia de políticas públicas, hizo que asimismo el gran deseo del Pabellón del Centro de salud de Alem no llegase a pasos firmes.
Prácticamente 2 décadas tras haberse empezado esta obra, el once de agosto de dos mil ocho, llega a la presidencia de la colaboradora del Samic un hombre que con solo veintitres años enfrentó este reto. Matías Sebely le pondría su impronta al lado de un equipo de trabajo que se trazó como objetivo acabar exactamente la misma.
Fueron locros, comidas para la venta, carreras de karting, juegos de futbol y diferentes actividades las que marcaron la vida de la colaboradora dirigida por Sebely; y desde su primera acción comunitaria tomaron como saludable hábito el hacer público siempre y en todo momento y por medio de todos y cada uno de los medios de prensa los números de la asociación, marcando un eje de que la información pública debía llegar a la comunidad. Y este fue, sin sitio a dudas, un punto que produjo la confianza de toda la comunidad.
Este activar no fue extraño al gobierno de la provincia, y gracias a este trabajo mancomunado, el gobernante Maurice Closs anunció en su alegato del comienzo de sesiones ordinarias de la Cámara de Miembros del Congreso de los Diputados del año dos mil diez el otorgamiento de un par de millones de pesos para acabar la obra.